CBG PARQUES FOTOVOLTAICOS

Energías renovables, paneles solares, techos y parques fotovoltaicos

La energía fotovoltaica en España

Respecto a la energía fotovoltaica en España, se afirma en la Guia Solar de Greenpeace que "aunque existen diferencias regionales y estacionales significativas, en España se recibe de media una insolación de 1.600 kWh/m2-año, lo que la sitúa, junto con Portugal, a la cabeza de Europa. De hecho, ya en 1990 se estimaba un enorme potencial en tejados solares fotovoltaicos (pag. techos fotovoltaicos) en España cercano a los 32.000 MWp que podría ayudarnos a ahorrar entre 17,5 y 50 millones de toneladas de CO2. El potencial, obviamente, ha aumentado dado que la expansión del sector inmobiliario ha crecido sin parar desde 1990. Es claro que esto es meramente indicativo y que podría ser incluso mucho más si se tomaran las decisiones políticas adecuadas".

En efecto, por su localización y climatología, España es uno de los países de Europa donde la radiación solar es más abundante. Adicionalmente presenta la ventaja de distribuirse por el territorio de una manera relativamente homogénea, lo cual permite distribuir la potencia instalada en torno a las grandes aglomeraciones de consumo, en lugar de tener que adecuar dicha distribución a las características geográficas del territorio. Aprovechando convenientemente dicha circunstancia se reducirían las necesidades de infraestructuras de transporte y distribución.

Además, hay que tener en cuenta que las instalaciones solares fotovoltaicas no requieren de características geográficas específicas para ser productivas. En esto, la energía solar fotovoltaica difiere de otras fuentes de energía renovable, como la eólica, en la que la elección de emplazamientos debe considerar las características del viento y en numerosas ocasiones obliga a situar la generación en zonas de baja demanda, lo cual supone un límite para su desarrollo.

Otras energías renovables, como la hidráulica, también están limitadas por la disponibilidad de recursos. En cambio, la energía solar fotovoltaica cuenta con recursos ilimitados, pues la radiación solar es ilimitada. Hipoteticamente, si se desarrollasen sistemas de almacenamiento masivo de la energía, las instalaciones solares podrían satisfacer la demanda total de España ocupando tan sólo un 1% de su territorio. La energía solar fotovoltaica tiene unas posibilidades de desarrollo prácticamente ilimitadas.

El apoyo normativo ha permitido un crecimiento exponencial a la industria solar fotovoltaica española que, en función del desarrollo normativo nacional e internacional, podría continuar creciendo en los próximos años. En el sector de las energías solares fotovoltaicas, España es uno de los países más desarrollados, ocupando el segundo lugar a nivel europeo y el cuarto a nivel mundial en potencia instalada anual, y el segundo a nivel europeo y sexto a nivel mundial en capacidad de fabricación de células.

Las empresas españolas fabricantes de equipos fotovoltaicos vienen invirtiendo alrededor del 7% de su facturación en I+D+i, un porcentaje muy superior a la media nacional que también supera la de otras industria de gran intensidad tecnológica, como la química (1,26%), la farmacéutica (5,55%), la electrónica (2,7%) o las telecomunicaciones (2,23%). Combinando este mayor nivel de inversión con el fuerte crecimiento que el sector ha venido experimentando en los últimos años, el I+D+i del sector fotovoltaico tendrá una trascendencia creciente sobre los objetivos de I+D+i estatal, en particular de cara al cumplimiento del Plan Nacional de I+D+i 2008-2011.

Estas inversiones en I+D+i han permitido situar a empresas españolas al nivel tecnológico de líderes internacionales en campos como las células de concentración, tecnologías multicapa o de lámina delgada. La actividad tecnológica en el sector privado ha sido acompañada por centros de investigación públicos de reconocido prestigio internacional como el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y el IES (Instituto de Energía Solar) de la Universidad Politécnica de Madrid, patrocinado económicamente por la Comisión Europea, que colabora con algunas de las mayores empresas de la industria solar fotovoltaica europea.

Potencial de crecimiento a nivel internacional

Para la industria española de paneles fotovoltaicos el mercado internacional ha sido siempre muy relevante. Tradicionalmente, el 80% de la producción española de módulos fotovoltaicos era exportada a otros países, pero durante los últimos años dicha cuota quedó reducida al 50% debido al empuje del mercado nacional. Si bien el papel del mercado nacional será siempre relevante, el potencial del mercado internacional a medio plazo podría ser mucho mayor.

Apoyo social y político a la energía solar fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica es una energía limpia y con poco impacto visual, que crea riqueza y desarrolla entornos rurales poco favorecidos. Esto ha generado una amplia base de apoyo social, político y sindical que ha facilitado e incentivado el desarrollo de la industria de la energía fotovoltaica.

Diversas encuestas realizadas sobre el uso de la energía fotovoltaica parecen demostrar que, a medida que crece la preocupación social por el cambio climático, el consumidor español presenta una actitud crecientemente favorable sobre el uso de tecnologías renovables frente a las alternativas convencionales de generación, y la energía solar fotovoltaica frente a otras alternativas renovables.

Según los eurobarómetros sobre actitud de la población acerca de la energía publicados en enero de 2006 y abril de 2007, un 70% de los consumidores españoles está "muy preocupado" por el cambio climático y un 23% está "preocupado". Este mismo estudio recoge que un 90% de los españoles (frente a un 84% de los europeos) opina que las energías renovables deberían tener una cuota mínima de base en el mix de generación y que un 72% rechaza la tecnología nuclear como alternativa. En dichos barómetros se muestra un decidido apoyo al desarrollo de la energía solar.

Por su parte, los partidos políticos también han expresado su interés en el desarrollo de la energía solar fotovoltaica. En los programas electorales marzo/2008 de los principales partidos se incluyeron propuestas y medidas de cara a incrementar la cuota en el mix de generación de las energías renovables en general y de la energía solar fotovoltaica en particular.

Por ejemplo, el programa del PSOE incluyó la intención de impulsar las nuevas energías renovables, la de promover el ahorro y la eficiencia energética, la de implantar la energía solar térmica y la energía solar fotovoltaica en grandes edificios, la de aumentar los procesos de contratación pública de las entidades locales con criterios de eficiencia energética y la fomentar el uso de energías renovables y de prácticas medioambientales. También se destaca la importancia de alcanzar "objetivo 12%", es decir, que en el año 2010 el 12% de la energía primaria consumida provenga de fuentes renovables.

A su vez, el Partido Popular incluyó en su programa electoral la intención de potenciar las instalaciones solares o parques fotovoltaicos, la de incentivar el ahorro y la eficiencia energética en edificios así como la de potenciar la energía solar en los tejados o techos de edificios existentes a través de convenios con empresas y comunidades de vecinos.

En declaraciones públicas de altos cargos, tanto del PSOE como del PP, se expresa la intención unánime de cumplir con la exigencia de la Unión Europea de que el 20% de la energía primaria consumida en 2020 proceda de fuentes renovables. El Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, ha afirmado que el Gobierno está comprometido con que España esté "en el liderazgo" en la lucha contra el cambio climático y el uso de las energías renovables. El Vicepresidente Segundo, Pedro Solbes, calificó el actual modelo español de política energética como el "peor de la UE" y subrayó la necesidad de modificarlo. A su vez, el PP, a través de su portavoz energético en el Congreso, Fernando Castelló, criticó el poco gasto en energías renovables.

La energía solar fotovoltaica también ha recibido el apoyo de organizaciones que no tienen intereses directos en el desarrollo de la energía fotovoltaica. Distintas asociaciones ecologistas se han posicionado a favor del desarrollo de esta tecnología a futuro. Así, Greenpeace, en su informe Renovables 2050 destaca el gran potencial de la energía solar fotovoltaica, asignando a esta tecnología un 22% de la potencia instalada en el mix propuesto para 2050.

También las organizaciones sindicales han expresado su apoyo a las energías fotovoltaicas. En un informe conjunto sobre el desarrollo de la energía solar fotovoltaica de UGT, Comisiones Obreras y Ecologistas en Acción, se afirma que la energía fotovoltaica es una de las "más benignas con el medio ambiente" y concluyen que esta tecnología será "la que más se desarrolle en el futuro".

Suponiendo un apoyo continuado que apunte a una cobertura sostenible de la demanda, la industria fotovoltaica española podría emplear hasta 56.000 personas en 2020. Esta oportunidad de potenciar una industria nacional fotovoltaica desarrollada, con sus implicaciones en la creación de empleo y de riqueza en nuestro país, no debería ser desaprovechada.

Adicionalmente, se conseguiría reducir el volumen de las importaciones de combustibles fósiles, aliviandose así la dependencia energética, así como importantes ahorros por reducciones incrementales en las emisiones de CO2, y por las menores necesidades de inversión en infraestructuras y de pérdidas eléctricas, al generarse junto al consumo y en los momentos de mayor demanda. En un escenario en el que el precio del petróleo se sitúe en 80 $/barril de forma continua y consecuentemente el precio del gas alcanza unos niveles similares, las energías renovables permitirían reducir las importaciones en unos 6.700 millones de euros en 2020, más de 1.000 debidos a la generación fotovoltaica.

Por su parte, la reducción de las emisiones de CO2 permitiría reducir el coste de adquisición de derechos para España en unos 1.350 millones de euros en 2020, considerando un precio promedio de 25€ por tonelada. Pero este coste no tiene en cuenta el impacto real de estas emisiones. Teniendo en cuenta este coste implícito, según los niveles estimados por el DEFRA (Departamento de Medioambiente del Reino Unido) el coste para el país podría aumentar entre 3.775 y 10.700 millones de euros para 70 y 200€ por tonelada CO2 respectivamente.

El ahorro por reducción de pérdidas, estimado en más de 270 millones de euros adicionales y los posibles ahorros asociados a inversiones en transporte y distribución, también contribuirían a compensar el coste para el sistema de la generación fotovoltaica.

En resumen, la conjunción del potencial de creación de empleo con una ecuación económica potencialmente favorable y un apoyo social claro debería resultar en un apoyo significativo por parte de las Administraciones Españolas. Este apoyo debería concretarse tanto en la modificación del marco retributivo actual para la solar fotovoltaica, en la revisión al alza del objetivo de potencia instalada contemplado actualmente por la Administración a corto plazo, así como el establecimiento de un objetivo de potencia adecuado en el horizonte 2020.

Compromiso de reducción de los gases de efecto invernadero

España, al igual que el resto de países de la Unión Europea, ha asumido este compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Este compromiso, concretado en las directivas europeas 96/61/CE y 2003/87/CE ha sido adoptado por la Administración española en el Real Decreto 5/2004 y modificado por la Ley 1/2005 y desarrollado en numerosos Reales Decretos a posteriori.

Actualmente, España está un 34% por encima del nivel de emisiones de gases de efecto invernadero necesarios para cumplir sus compromisos. En el año 2004 se emitieron 428 millones de toneladas equivalentes (Mtoe) de CO2 (de los cuales, 354 son de CO2 y el resto, de otros gases de efecto invernadero, principalmente metano), frente a un objetivo para el 2012 de 332 Mtoe y 256 Mtoe en 2020. Es decir, España tiene el reto de reducir sus emisiones actuales en cerca de 96 Mtoe de CO2 antes de 2012 y en 172 Mtoe de CO2 antes de 2020, independientemente de la evolución de la demanda energética.

El sector eléctrico es, tras el del transporte, el mayor contribuyente a la emisión de gases de efecto invernadero en España, con un 29% del total de las emisiones en 2006. Adicionalmente, es el sector en el que, debido a la existencia de tecnologías y energías alternativas, como las fotovoltaicas, la reducción de emisiones es más sencilla. Esta capacidad de reducción se vió reflejada en la asignación de Derechos de Emisión a las instalaciones de producción eléctrica, que en España y para el período 2008-2012 se ha establecido en 56 millones de toneladas, frente a unas emisiones de 122 millones en 2005-

La demanda eléctrica española viene creciendo desde 2000 a un ritmo cercano al 4,5%. Este ritmo de crecimiento presenta una correlación casi total con el crecimiento económico del periodo, y de mantenerse, resultaría en un crecimiento sostenido del 3,2% anual para el crecimiento económico esperado del 2,6% anual entre 2006 y 2020.

El marco regulatorio en España

El marco regulatorio definido en el Real Decreto 661/2007 está demostrando su eficacia en la promoción del desarrollo de las energías renovables en general y de la solar fotovoltaica en particular, pero sería conveniente avanzar hacia un modelo similar al alemán y establecer determinadas facilidades administrativas, fiscales y de financiación de manera que podamos asumir 1.000 MW para el 2010. El modelo alemán es objeto de muchas "sanas envidias" por los excelentes resultados que está obteniendo. A pesar de disponer de una menor radiación, los alemanes no sólo son líderes en instalación, sino que además se han convertido en el mayor productor de paneles fotovoltaicos de Europa desplazando a España de esa posición.

El sistema de retribución actual está garantizado durante 25 años a partir de la puesta en marcha de la instalación, abogando Greenpeace y la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) por el mantenimiento de las primas durante 25 años a todas las instalaciones que estén dentro de un objetivo de 1.000 MW. Igualmente es necesaria la difusión de las ventajas de la energía solar por parte de las distintas administraciones, ofreciendo mayor informando al ciudadano.

Fuentes de información: